Moyano sostiene que el país está viviendo un momento de la vida política, social y económica que no justifica la atomización del movimiento obrero en dos centrales sindicales. “No es el mismo contexto en que se produjo la divisón”, argumenta. No pierde su costumbre de deslizar anécdotas a lo largo de la entrevista. Para explicar cómo se gestiona una obra social, el secretario general de la CGT se vale de una comparación: “El afiliado es como la mujer. Hay que darle cariño, asistencia médica, si no se te va con otro”.
–¿La CGT quedó en offside?
–Nosotros convocamos para defender las instituciones, para defender el sistema democrático y para defender a un gobierno que lleva adelante una política nacional y popular. Pero después algunos medios mezclaron, tergiversaron todo, decían que era por la pelea de las organizaciones gremiales, que no tiene nada que ver. Eso no se discute en la calle. La Presidenta nos dijo “muchachos, yo les agradezco pero no vale la pena que ustedes corran el riesgo de que tergiversen todo y pase algo que no nos beneficie a nadie”. Fue muy sencillo. La Presidenta, reitero, nos agradeció. Y yo hablé con los muchachos y estuvieron todos de acuerdo.
–En el consejo directivo de la CGT hubo quienes comprendieron la situación pero no pudieron evitar el enojo. Habían organizado todo y tuvieron que levantar a último momento.
–Claro. En primera instancia la decisión era que movilizara sólo la CGT. Después se fueron adhiriendo el PJ nacional, al que pertenezco; también otra gente y no lo pudimos evitar. El objetivo era demostrarle a muchos medios de comunicación que si bien hay algunas situaciones de preocupación, como es la inseguridad, como el tema tan sensible que algunos utilizan que es la pobreza, el Gobierno acaba de disponer una medida absolutamente acertada, que es la asignación familiar universal. No queremos decir que fue una medida revolucionaria pero sí innovadora. Cuando se pone en vigencia algo tan importante que va a llevar una ayuda considerable a más de cinco millones de chicos, hay algunos sectores que reaccionan en forma absurda. El Gobierno implementa la asignación y aparecen todos estos sectores cuestionando porque tienen que hacer colas para anotarse. En la temporada de verano, para anotar a los turistas que van a ir a los hoteles de turismo en Mar del Plata y Córdoba, nosotros recibimos a gente que viene el día anterior a hacer cola acá. Cuando se trata de un beneficio tan importante y tan masivo es lógico que se hagan colas. Ese tipo de cosas nosotros entendíamos que no podíamos dejar pasar. No puede ser que la oposición vea todo mal. Todo negativo. Queríamos demostrar que los trabajadores estamos de acuerdo. Después se sumaron otros sectores y la Presidenta, con mucho tino, nos dijo “muchachos, les agradezco, pero creo que no va a ser conveniente el panorama”.
–¿Hubo errores de la propia CGT? Recuerdo unas declaraciones suyas sobre Kraft. Usted dijo que era un conflicto que “estaba ideologizado”.
–A veces nos sorprenden algunas preguntas y reaccionamos de la forma que lo hacemos. Después nos damos cuenta, pero ya lo dijimos. Ese día yo vine al gremio, era temprano, y un periodista me empieza a decir “la gente de Kraft dice que la burocracia sindical...”. Ahí tuve la reacción. Pero después yo estuve con los delegados de Kraft y les dije que fue un error mío. ¿Por qué no reconocerlo? A mí no me molesta ningún sector, piense como piense. Lo que no comparto son los procedimientos de muchos de ellos.
–¿Y los dichos de Belén refiriéndose a la CTA como “la zurda loca”?
–A lo mejor fue una pregunta de esa naturaleza y (Belén) reaccionó de la forma que lo hizo. Yo hablé con él ese día pero no sabía qué había dicho. Hay que tener cuidado cuando uno dice algunas cosas porque se toman como una agresión. Y nosotros no queremos agredir.
–El sindicalismo argentino tiene una historia complicada.
–El sindicalismo tiene la misma historia que tiene el periodismo, el empresariado, la clase política. Porque cuando una sociedad entra en una situación como la que estamos entran todos, no sólo un sector. Pero el sindicalismo está más en la vidriera y es mucho más criticable. Yo creo que más allá de los hombres, las organizaciones gremiales cumplen una función importante. Y lo vamos a demostrar el 15 de diciembre. Hay algunos colegas suyos que dicen “Moyano tiene el mayor poder de daño”. ¡La de disparates que dicen! Yo los invito al 15 de diciembre a la cancha de Vélez. Con la presencia de alrededor de 70 mil trabajadores en Vélez, ese día van a ver si tenemos tanto poder de daño. Con la puesta en funcionamiento en unos días más de uno de los sanatorios más importantes del país en mucho tiempo. Clasificado como un hospital escuela ya que los médicos que terminaron sus estudios hacían allí su residencia. El sanatorio Antártida. Cuando uno hace posible que los trabajadores sean dueños de un hotel como el que Camioneros tiene en Mar del Plata, que es de primerísimo nivel. Ha habido gente que me ha dicho: “Esos muebles no los tiene ni el Sheraton”. Y ahí van los laburantes, ¿eh? Cuando uno hace este tipo de cosas para que el trabajador sepa cuáles son sus derechos, parece que a algunos les cayera mal. Que hiciera daño, que se convirtiera en el Eje del Mal. Como yo calificaba esta foto (mira el diario Clarín que está sobre el escritorio, la imagen de tapa lo muestra con D’Elía).
–¿Por qué cree que eligieron esa foto para la tapa?
–Me criticaron mucho por reunirme con D’Elía. Hace mucho que compartimos movilizaciones, la Marcha Federal de 1994. Muchos años. A D’Elía lo critican fundamentalmente por lo de la comisaría, un tema que decidirá la Justicia. Pero en la Argentina hay medios que han destituido a jueces. ¿Por qué? Solamente porque quisieron investigar lo que toda la sociedad argentina quiere saber. Y destituyeron a ese juez. Cuando la metieron presa a la señora (Ernestina Herrera) de Noble. ¿A (Roberto) Marquevich no lo destituyeron desde ese medio? ¿Cuándo entenderá la sociedad que esos factores de poder, que pretenden ser dueños de la vida y de lo que haga un funcionario, un juez o un dirigente, que quieren ser los fiscales de todos, cometen errores mucho más graves que aquellos a quienes ellos pretenden descalificar?
–Algunos medios atribuyeron el acto frustrado a la intención de la CGT de enviar un mensaje de advertencia para que no se modifique el modelo sindical. Ya hay un fallo de la Corte que habilita a ser candidato a delegado sin estar afiliado al sindicato con personería gremial. ¿Le preocupa que la Corte avance en ese sentido?
–No. La Corte cuando dictó ese fallo lo hizo exclusivamente para ese tema. Esto no se generaliza.
–Pero genera jurisprudencia.
–Bueno, cuando haya otro fallo se tomará esa jurisprudencia pero esto no modifica el contexto de las organizaciones gremiales. Para las organizaciones gremiales rige una ley específica. Y la ley prevé que se da un sindicato por actividad, no por profesionalidad. Pero lo que deberíamos discutir, como con mucho tino vienen sosteniendo compañeros de la CGT como (Julio) Piumato, (Juan Carlos) Schmid y quien les habla, ¿es por qué no comenzamos a discutir en serio la unidad del movimiento obrero? Porque cuando se apartó la CTA se dio en un contexto en el que ellos primero armaron el Congreso de los Trabajadores Argentinos y nosotros armamos el MTA. La diferencia fue que nosotros no salimos del contexto de la CGT. Aquel proceso se dio en otro momento de la vida política y económica de nuestra sociedad. Hoy las cosas han cambiado. Entonces, ¿por qué no empezamos a discutir en serio a ver si podemos, en vez de discutir otra personería, tener todos la misma personería? Compartamos la misma personería todos. Porque la personería de la CGT no es del Sindicato de Camioneros, es la personería del conjunto del movimiento obrero argentino. Llegó el tiempo de empezar a discutir eso.
–Pero a los sectores que están en la CTA, ¿volver a la CGT o a una central única no les quitaría mucho protagonismo político?
–¿Pero qué estamos buscando nosotros? ¿Buscamos tener la fuerza necesaria para mejorar la calidad de vida de nuestros trabajadores, para mejorar las condiciones de trabajo, la calidad de vida de toda la sociedad? ¿O queremos tener protagonismo? Eso es lo que tenemos que discutir en serio.
–Le pregunto por la actualidad del peronismo. ¿Por qué Kirchner debería reasumir al frente del PJ?
–Porque es el único hombre que puede contener a la mayoría del peronismo. Es el que está en mejores condiciones para conducir el partido. Casi la totalidad estuvo de acuerdo, más allá de que algunos manifestaron que no. Porque el peronismo tiene que tener un conductor. Un hombre que los conduzca y los contenga a todos. Si no sale cualquier cachivache a decir cualquier cosa. Y el peronismo es fundamental para sostener las políticas de un Gobierno que está en medio de un camino, que nos ha permitido salir de aquella devastación a la que nos había llevado la década de los 90. Haber revertido eso y haber encauzado al país a un crecimiento como el que tuvimos, y como el que vamos a tener en los próximos meses, es muy importante. El peronismo es fundamental para este proyecto.
–¿Qué le pareció la promesa que hizo Eduardo Duhalde de que va a competir con Kirchner en la interna del PJ?
–Me parece muy bien. Si todos los peronistas estamos en competencia siempre. El peronismo es dinámico. El peronismo es así. El hecho de competir no quiere decir que tenga posibilidades. O sí. Es legítimo que Duhalde haga eso.
–El que está seguro anotado para el 2011 es Cobos.
–¿Quiere que le diga lo que pienso? Lo digo sin ánimo de agresión. Algunos medios han actuado en forma muy dura y a veces hasta perversa. Conmigo y también con muchos otros dirigentes. Y están haciendo lo mismo con Cobos. Porque le están haciendo creer que puede ser Presidente. Y yo estoy convencido de que cuando lleguemos al 2011 la gente va a evaluar. Lo que hizo Cobos como vicepresidente no tiene antecedentes en el mundo. Votar en contra del gobierno para el cual fue electo... Cuando uno asume una determinada responsabilidad, tiene que tener el coraje para afrontar todos los momentos difíciles. Y Cobos no lo tuvo. No tuvo el coraje para votar la 125 porque tuvo miedo. Y una persona que tiene miedo no está en condiciones de conducir una sociedad como la nuestra.